jueves, 7 de agosto de 2008

Jueves 07 de Agosto 2008
Publicado por Diario CLARIN


ABBA: LA FIEBRE INTERMINABLE

El grupo sueco se separó en 1982, pero su música regresó con todo gracias a la película "Mamma mia!". Rechazaron una oferta de mil millones para volver a tocar. Y la morocha se casó con un príncipe.

El 11 de diciembre de 1982, Agnetha Ase Fältskog, Björn Ulvaeus, Benny Andersson y Anni-Frid Lyngstad, o sea ABBA, se presentaron vía satélite desde Suecia en el show del presentador británico Noel Edmonds. Es posible que los cuatro integrantes del grupo ya tuvieran decidido no volver a cantar juntos en público nunca más. El lanzamiento casi inmediato del álbum solista de la morocha Frida, Something's Going, producido por Phil Collins, y el de Wrap Your Arms Around Me, de la rubia Agnetha, quien además actuó en una película poco después, mientras sus ex esposos Benny y Björn respectivamente preparaban junto a Tim Rice la banda sonora del musical Chess, indican que los cuatro ya proyectaban sus vidas artísticas fuera de la banda.

Aún quedó tiempo para que los muchachos y Frida colaboraran con el musical infantil Abbacadabra, producido en 1983 por un canal francés de TV, antes de que volvieran a reunirse para grabar una versión en sueco de Tivedshambo (1987), una canción de Stig Anderson, manager del cuarteto. Hubo un par de encuentros circunstanciales que no dejaron registro grabado. Lo que no impide que dentro, de unos años, aparezca algún casete perdido y, de golpe, se convierta en una maravillosa excusa y argumento de venta para una nueva recopilación.

Pero para cuando ocurrían esas reuniones, los cuatro integrantes de esa enorme máquina musical y comercial que sigue vendiendo más de tres millones de discos al año en la actualidad, construían sus propias carreras. Ellos más cerca y ellas más lejos de su pasado en común.

Así, Frida volvió a las bateas en 1984 con Shine, antes de entrar en el mundo de la realeza de su país al casarse, en 1992,con el príncipe Heinrich Ruzzo Reuss von Plaunen, y convertirse en Su Alteza Serenísima. Casi nada. Noble y todo, en 1996 grabó su último disco. Poco después, Frida sufrió la muerte de su hija, Ann, en un accidente de tránsito, y la de su marido, víctima de un cáncer linfático. Desde entonces, participó como invitada en nuevas versiones de algunos éxitos de ABBA. Pero su mayor dedicación la puso al servicio de campañas de prevención de drogas y la defensa del medio ambiente.

El segundo álbum de Agnetha, la rubia, salió a la venta en 1985 y un par de años más tarde, I Stand Alone, producido por Peter Cetera, marcó el comienzo de un silencio de 17 años, que rompió con la edición de My Colouring Book hace cuatro años.

Mientras las chicas intentaban con nuevas iniciativas individuales, Björn y Benny optaron por mantener proyectos propios, pero sin dejar de trabajar juntos. Mientras lanzaba dos álbumes solista, Benny producía junto a su socio distintos artistas y escribía, por los '90, un nuevo musical que obtuvo gran repercusión en Suecia, pero que en los Estados Unidos pasó rápidamente al olvido.

Como para variar un poco, el más rubio del dúo, Björn, se reunió con sus compañeros de Los Hootenanny Singers, grupo con el que había trabajado en los '60. En tanto, con su Benny Anderssons Orkester, el más castaño lanzó tres álbumes. Además, tocó en las versiones que Anne Sophie Von Otter y Victoria Tostoy grabaron de dos canciones del cuarteto. Y juntos subieron al escenario en Estocolmo, durante la gira ZooTV de U2, en 1992, para cantar Dancing Queen junto a Bono y The Edge. Mientras, la salida a la venta de ABBA Gold llevaba al grupo al tope de los rankings, una década después de su separación.

Pero el batacazo fue el estreno de Mamma Mia!, un musical escrito por Catherine Johnson, que tuvo su première en Londres el 6 de abril de 1999, en coincidencia con el nacimiento de los A*Teens, quienes con una base tecno-pop, volvieron a grabar los clásicos del cuarteto. Desde entonces, más de 30 millones de personas vieron el musical que, por prepotencia de números, Hollywood decidió transformar en película con Meryl Streep y Pierce Brosnan. Ocupa el cuarto lugar en la taquilla de los EE.UU. y aquí se estrena el 21.

Por lo pronto, el resultado ya se vio en el avance del exitoso ABBA Gold al primer puesto en el ranking inglés, convirtiéndose en el disco más viejo que llega a esa posición, después de haber pasado por ese lugar también en 1999. La repercusión del musical y del filme consiguió algo que parecía imposible: reunir a los cuatro miembros del grupo, pero conseguir una foto juntos es complicado. El intento de subirlos al escenario de nuevo ya fracasó hace algunos años, cuando una oferta de mil millones de dólares por cien conciertos obtuvo una respuesta elocuente. "No. No es para nosotros".

link:
http://www.clarin.com/diario/2008/08/07/um/m-01732060.htm